La impresionante racha del joven británico en Nueva York continuó cuando derrotó a Alex de Minaur para alcanzar las semifinales y cree que puede mejorar aún más su juego para su próximo partido contra el número uno del mundo Jannik Sinner.

Draper dijo a los periodistas: "Esto no es algo que se logre de la noche a la mañana. Sentí que mi nivel hoy era sólido, hubo algunos destellos de cosas realmente buenas. Todavía tengo algunos niveles por alcanzar si me presionan".

Draper explicó que se sintió inspirado para esforzarse aún más después de ver a sus rivales ganar torneos el año pasado, ya que las lesiones paralizaron su progreso: “El año pasado fue un verdadero punto de inflexión para mí. Cuando tuve mis reveses por lesiones, tuve que ver a todos estos jóvenes jugadores increíbles ganar torneos increíbles y jugar en los escenarios más importantes del mundo”.

"Sentí que simplemente no estaba haciendo lo suficiente para llegar a ese punto. He creído durante mucho tiempo que he estado trabajando y haciendo las cosas correctas y sabía que mi momento llegaría”, añadió.

El partido marcó la primera aparición de Draper en el Arthur Ashe Stadium con capacidad para 24.000 personas, pero afirma que no sintió ningún nerviosismo, ya que ha estado caminando por las grandes canchas por las mañanas antes de que lleguen los espectadores: "Cada mañana ha sido un ritual para mí porque entreno muy temprano. He ido a echar un vistazo cuando estaba vacío. He salido sin saber si jugaría, pero he echado un vistazo porque es uno de los escenarios más emblemáticos del deporte.

Creo que eso me ayudó a acostumbrarme hoy".