El peso superligero de 23 años, hijo de la leyenda del boxeo Ricky Hatton, sabía que necesitaba “refrescar” sus preparativos después de sufrir la primera derrota de su carrera contra Jimmy Joe Flint, por lo que decidió poner fin a la asociación de ocho años que había disfrutado con Matthew Hatton.

Le dijo a la revista Boxing News: “No fue que la pelea desencadenara la conversación, ya era necesaria un poco. Cuando me convertí en profesional, vimos una mejora masiva en mis primeros 12 meses y luego me estanqué un poco”.

“La progresión se había ralentizado un poco y en realidad no era culpa de nadie, simplemente habíamos estado haciendo las mismas cosas durante mucho tiempo y necesitábamos refrescarnos. Fue una conversación difícil de tener porque Matthew y yo siempre hemos sido muy cercanos y todavía lo somos. Pero estábamos de acuerdo con eso, cuando lo mencionamos no fue una sorpresa, ambos sabíamos que era necesario. Me deseó lo mejor con esto y me estaba consultando”, añadió.

Campbell ahora está trabajando con el Centro de Rendimiento de Ben Davison y viviendo con Luke y Pat McCormack y Royston Barney-Smith.

Y el boxeador se siente vigorizado por su nueva rutina: “Me ha encantado. He estado entrenando con Matthew durante probablemente unos siete u ocho años, así que todo esto es nuevo. Es emocionante y realmente lo estoy disfrutando. Los luchadores en el gimnasio son los mejores de los mejores, así que me está dando mucho impulso. Trabajar con todos aquí me ha hecho sentir como un luchador diferente. Fue lo mejor que pudimos haber hecho, porque he mejorado más en los seis meses que llevo viniendo aquí que en toda mi carrera”.