El entrenador escocés sucedió al legendario Sir Alex Ferguson en el puesto de entrenador de Old Trafford en 2013, pero fue despedido después de un desastroso mandato de 10 meses y sabía que el club estaría a punto de pasar por un período de agitación.
Moyes le dijo al podcast Stick to Football: "Tenía la sensación de que iba a llevar mucho tiempo arreglar (al Manchester United), pero no podía decir abiertamente que iba a llevar seis años arreglarlo. El equipo acababa de ganar la Premier League y yo estaba emocionado de asumir el mando, pensando que era genial, pero sentía que iba a llevar más tiempo cambiar las cosas".
Moyes cree que las dificultades de sus sucesores, incluidos Louis van Gaal y José Mourinho, para devolver al United su antigua gloria demuestra que hay problemas muy arraigados en el club: "Escucho a la gente hablar mucho sobre el Manchester United y pienso: Louis van Gaal y José Mourinho posiblemente estarían entre los 12 mejores entrenadores del mundo que querrías que fueran entrenadores de tu equipo, y les resultó imposible conseguir lo que querían. Puede que haya algo más profundo (los problemas en el Manchester United)".
A pesar de su dura experiencia en el United, Moyes disfrutó de trabajar en un vestuario tan "duro" donde los jugadores no tenían miedo de hacer oír su voz: “No me arrepiento, aprendí mucho de los jugadores, del nivel de lucha que te dieron; el vestuario era duro, y se llamaban la atención unos a otros, no hubo tonterías en los meses que estuve ahí. Los admiraba mucho y podía entender por qué habían estado en la cima, pero había un nivel decreciente de calidad y edad. Tenían una dureza y una capacidad para sacarse de encima a los demás, algo que falta mucho en el fútbol moderno".