La entrenadora dejó los Blues después de 12 años este verano para asumir el cargo de entrenadora de la selección nacional de Estados Unidos y está feliz de estar libre de la naturaleza agotadora del juego de clubes.

Hayes le dijo a BBC Sport: "No tengo que sacrificar las cosas que me hicieron saludable. No me sentí saludable al final, de hecho me sentí mal al final de mi etapa en el Chelsea. No fue la presión, fue el estrés y el desgaste que me causó, y hacer eso durante la menopausia fue aún más difícil. Para superar todas esas cosas, recuperé mi energía, mi sonrisa y la alegría que no sabía que había perdido".

Hayes volverá a Inglaterra cuando Estados Unidos se enfrente a las Lionesses en un amistoso el sábado y admite que será una experiencia desconcertante cuando suenen los himnos nacionales de su país natal y adoptivo en Wembley: "Por supuesto que tengo que pasar por un momento extraño cuando suenen los himnos nacionales. Lo tararearé como la persona inglesa que soy, pero también lo mismo para el de Estados Unidos porque me encanta, me encantan ambos himnos. Más allá de ese momento extraño y de enfrentarme a jugadoras con las que he estado en guerra, es un momento de trabajo cuando comienza el partido. Espero que sea un partido entretenido y que se agoten las entradas".

Hayes también está intrigada por la perspectiva de medirse con la entrenadora inglesa Sarina Wiegman por primera vez: "Estoy deseando ver a Sarina. Me encanta Sarina. Tuvimos una gran relación cuando estaba en el Chelsea. Es alguien a quien realmente admiro y alguien que ha hecho un trabajo increíble por el fútbol en este país y por las Lionesses. Así que espero poder abrazarla el sábado y decirle 'hola'".