La leyenda española se retiró el mes pasado después de luchar contra una serie de problemas de lesiones durante sus últimos años en la cancha, pero admite que la tensión mental de competir fue más dura que los problemas físicos.
Nadal le dijo a The Players' Tribune: "Pasé por un momento mental muy difícil hace unos años.
Estaba muy acostumbrado al dolor físico, pero hubo momentos en la cancha en los que tuve problemas para controlar mi respiración y no pude jugar al más alto nivel. No tengo problemas para decirlo ahora. Después de todo, somos seres humanos, no superhéroes”.
"La persona que ves en la cancha central con un trofeo es una persona. Agotada, aliviada, feliz, agradecida, pero solo una persona. Afortunadamente no llegué al punto de no poder controlar cosas como la ansiedad, pero hay momentos en todos los jugadores en los que es difícil controlar tu mente. Cuando eso sucede, es difícil tener el control total de tu juego”, agregó.
El ganador de 22 Grand Slam confesó que hubo momentos en los que incluso consideró tomarse un descanso del deporte durante sus momentos más difíciles: "Hubo meses en los que pensé en tomarme un descanso total del tenis para limpiar mi mente. Al final, trabajé en ello todos los días para mejorar. Lo superé avanzando siempre y poco a poco volví a ser yo mismo. Lo que más me enorgullece es que puede que haya luchado, pero nunca me rendí. Siempre di el máximo".
Nadal explicó que se sentía nervioso antes de cada partido que jugó durante su carrera a pesar de su amplia experiencia en los escenarios más importantes: “Sinceramente, he estado nervioso antes de cada partido que he jugado, eso nunca te abandona. Todas las noches antes de un partido, me iba a la cama sintiendo que podía perder, ¡y también cuando me despertaba por la mañana!”
"En el tenis, la diferencia entre jugadores es muy pequeña, y entre rivales aún más. Cuando sales a la cancha, cualquier cosa puede pasar, así que todos tus sentidos deben estar despiertos, vivos”, finalizó.