El extremo belga, que jugó para el club de la Premier League entre 2012 y 2019, colgó las botas en 2023 y, aunque actualmente disfruta de aprender las reglas del juego entre bastidores en el SC Eendracht Aalst de la División 2 belga, espera volver eventualmente a Merseyside.

Le dijo a la revista FourFourTwo: “Actualmente soy el director deportivo del Eendracht Aalst, un club de división inferior en Bélgica. Está cerca de mi casa y es un gran club histórico que intenta volver al fútbol profesional. Mi función implica preparar al equipo, contratar personal, seleccionar jugadores y entrenadores y trabajar en patrocinios. Es una buena forma de ganar experiencia en este nuevo rol. Mi sueño es volver al Everton en el futuro, “Pero sé que aún no estoy listo para eso. Necesito seguir aprendiendo”.

Kevin adoraba a los fanáticos del Everton y “lloró” cuando su tiempo en el club llegó a su fin porque no figuraba en los planes del entonces entrenador Ronald Koeman: “Los fanáticos fueron fantásticos. Todos los partidos en casa se jugaron frente a un estadio lleno. Es un club familiar y la gente fue increíble. Cuando llegué, no me gustó el clima, pero cuando me fui, lloré porque no quería ir. Mi familia estaba muy feliz en Inglaterra. Estar en el Everton fue una parte especial de mi vida”.