El técnico del Bournemouth se ha ganado elogios por la excelente campaña del club en la Premier League hasta el momento, pero reveló que se mostraba reacio a convertirse en entrenador debido al estrés que conlleva el trabajo.
Iraola indicó a Independent: "Nunca tuve muy claro que quería ser entrenador porque siempre les decía a mis entrenadores: 'No envidio su trabajo'. Siempre estaban preocupados, con muchas cosas en la cabeza".
El técnico pasa 24 horas reflexionando sobre los partidos, pero quiere dejar de lado las derrotas, ya que afectan al estado de ánimo del club durante toda la semana: "De lo contrario, sigues dependiendo demasiado del último resultado, y no quiero que mi vida y nuestra semana sean así.
Iraola también confesó que "no ve demasiado fútbol fuera de la Premier League", ya que prefiere pasar tiempo con su familia”.
"He aprendido mucho de mis años como jugador. Cuando juegas, crees que todo el mundo te está mirando. Luego, cuando terminas de jugar, te das cuenta de que no eres tan importante. Al final, es un juego, el fútbol. Creo que ahora he aprendido a tomar las cosas con menos urgencia o menos dramatismo. Creo que es la única forma de disfrutar de esta profesión, de lo contrario te vuelves loco”, añadió.
Iraola explicó que fue el amor más que una obsesión por el deporte lo que lo convenció de convertirse en entrenador: "He dicho muchas veces que no tenía miedo de fracasar porque no estaba realmente seguro de que esto fuera lo que iba a hacer. Todavía me siento un jugador. Si pudiera seguir jugando, lo haría. Esto es lo mejor que puedes hacer, y quería ver si disfrutaba siendo entrenador, o si sentía demasiada presión y pensaba, 'Esto no es para mí'. Quería tomar la decisión pronto y no me importaba dónde empezar".