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Katie Chapman cree que las madres que juegan futbol reciben más apoyo en el clima actual

Katie Chapman cree que las madres que juegan futbol reciben más apoyo en el clima actual

Katie Chapman cree que las madres que trabajan en el fútbol reciben mucho más apoyo ahora que antes.

La ex estrella de Inglaterra, que se perdió la temporada 2002-03 del Fulham mientras estaba embarazada de su primer hijo y se perdió parte de la campaña 2007-08 del Arsenal mientras esperaba otro bebé, se retiró de jugar para Inglaterra en 2011 porque sintió que no se le dio suficiente tiempo o comprensión de su situación personal, pero cree que las cosas son diferentes ahora.

Katie, que tuvo otro hijo con su ex marido Mark Wilkinson, dijo a la revista FourFourTwo: "Las cosas no se manejaron muy bien. Solo necesitaba un poco de tiempo y comprensión, pero no entiendes si no eres padre. Había regresado de Chicago. Había alquilado mi casa mientras estuve allí y todavía no podía regresar a mi hogar. Estaba viviendo en casa de mi madre”.

“Necesitaba que los niños volvieran a la escuela, así que me tomé un tiempo libre para ponerlos a ellos primero. Las cosas son mucho mejores para las madres en el fútbol ahora, con la licencia de maternidad en el contrato. Los jugadores tienen hijos y la situación está controlada. Una mujer puede quedar embarazada, pero también puede operarse el ligamento cruzado anterior o un hombre puede estar fuera durante nueve o doce meses debido a una lesión de larga duración. Te tomas el tiempo con esas personas, ¿quién no puede hacer eso con una mujer que está embarazada? Es lo mismo, trátalos bien y volverán, no hay problema”, añadió.

Katie siempre estará agradecida por el apoyo que recibió del Fulham durante su primer embarazo: “Extrañé jugar, por supuesto, pero entrené y me mantuve involucrada. El Fulham me apoyó mucho. El médico me atendió, el fisioterapeuta se mantuvo en contacto conmigo durante todo el embarazo y escribió un programa para mí (que me resultó útil para mis futuros embarazos, ya que lo utilicé cuando tuve a mis otros dos hijos) y el entrenador, Gaute Haugenes, lo entendió porque su esposa jugaba para el equipo y tuvieron un hijo”.

“Me resultó bastante fácil volver a jugar; volví después de solo ocho semanas porque había seguido entrenando durante mi embarazo, no había ganado mucho peso y había hecho los ejercicios adecuados”, finalizó.

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