Declaró a la revista Today's Golfer: "Es una oportunidad increíble, pero crea una dinámica complicada con la programación. Al final juegas dos eventos seguidos y luego, si quieres jugar tres, tres se convierten en cuatro porque hay otro evento Signature... y luego hay otro Major a la vuelta de la esquina. Es una situación en la que no me he encontrado antes. Es un poco hipotético, averiguar qué funciona mejor y qué podría no funcionar mejor".
Y Aaron intenta no pensar en la posibilidad de entrar en el equipo europeo de la Ryder Cup: “Intento no centrarme en lo buenas o malas que sean mis posibilidades. Hay tanto golf por jugar, y mantener el máximo nivel, de jueves a domingo en cada torneo, es como escalar una montaña cada semana. Y creo que si siempre miras hacia la cima, es muy fácil perderse los pequeños pasos que hay que dar”.