El número dos del mundo intentará su último Grand Slam en Augusta la próxima semana, y Mickelson, tres veces ganador del Masters, confía en que el norirlandés pueda ignorar la presión mientras intenta poner fin a una sequía de títulos importantes que se remonta a 2014.

El golfista estadounidense comentó sobre la presión sobre McIlroy: "Es un desafío. Pero lo ha hecho tantas veces en su capacidad para ganar torneos. Ha sido capaz de compartimentar eso.

No creo que eso sea un problema para él". McIlroy se rindió infamemente tras liderar la ronda final en Augusta en 2011, pero Mickelson no cree que los malos recuerdos del astro en el torneo le impidan llevarse a casa la Chaqueta Verde”.

El seis veces ganador de un major declaró: “Su capacidad para gestionar todo lo que ha sucedido en el pasado es una de sus fortalezas, así que no creo que sea un problema ni que sea eso lo que le impide ganar el Masters”.

Mickelson también cree que el juego de McIlroy se adapta perfectamente al famoso campo Augusta National: "Creo que golpea la bola tan larga y recta que tiene una gran ventaja en ese campo. Él y unos 20 jugadores que golpean como él tendrán la ventaja de jugar de cierta manera”.

McIlroy terminó entre los cinco primeros en el Abierto de Houston, su último torneo antes del Masters, el fin de semana pasado y reveló que podría recibir tratamiento por una molesta lesión de codo antes del primer major del año.

El cuatro veces ganador de un major declaró al Golf Channel: "Me ha estado molestando un poco el codo derecho, así que quizás me trate y me asegure de que esté bien para Augusta. Mi entrenador, Michael Bannon, viene a trabajar y nos aseguraremos de que todo esté en buen estado durante una semana".