La tenista de 43 años ha alcanzado la cima del mundo, con 23 títulos de Grand Slam y convirtiéndose en la número uno del mundo en individuales, gracias a su carrera, además de convertirse en una exitosa empresaria con su línea de maquillaje WYN Beauty.
Sin embargo, a puerta cerrada, la superestrella, que tiene dos hijas, Alexis, de siete años, y Adira, de 18 meses, con su esposo Alexis Ohanian, ha estado debatiendo los pros y los contras de cómo sus decisiones profesionales podrían afectar a su familia y sus relaciones durante toda su vida. Serena, quien vive en Florida, le dijo a PEOPLE en su evento emergente WYN Beauty x Shopify en Los Ángeles el 11 de abril: "Sí, definitivamente cuesta mucho. Estoy aquí [en California] sin mis hijos, y eso es un gran costo para mí porque paso mucho tiempo con ellos, y están muy apegados a mí, algo que una parte de mí adora. Así que siempre hay un costo".
La cuatro veces medallista de oro olímpica ha dicho que las decisiones que ha tomado en su carrera han sido "muy costosas" y que ha tenido que dedicarle mucho tiempo a determinar si "valen la pena" a largo plazo: "Toda mi vida he tenido que sopesar: 'Si quiero ganar un campeonato, ¿cuánto me va a costar?' Me va a costar tiempo con mi familia, me va a costar amigos, me va a costar relaciones. Y son muy costosas". Tienes que decidir si vale la pena para ti”.
Serena ha admitido anteriormente que nunca le importó el aspecto económico de ser una estrella del tenis; solo quería ganar.
Durante un episodio de 'Hot Ones' de 2024, le preguntaron a Serena sobre cómo recibió su primer cheque de un millón de dólares y ella explicó: "Nunca gasté mucho dinero. Pasé por el autoservicio... y el tipo me dijo: 'Eh, creo que tienes que entrar para esto', y yo le dije: 'Ah, vale'. Nunca jugué por dinero. Jugué porque amaba el deporte... Ni siquiera sé si quería jugar para ser la mejor, quería ganar.
Mi asesor fiscal me decía: "¿No te dieron el dinero?", y yo le respondía: ‘Ah, no me dieron el de Zúrich, Ah, se me olvidó el de Moscú’… Solo jugaba para ganar, y si no ganaba, no pensaba; estaba tan enfadada que quería encontrar la manera de mejorar y ganar la próxima vez”.