El entonces campeón de peso mediano de la Commonwealth fue suspendido del deporte durante cuatro años en 2018 tras dar positivo por trazas de benzoilecgonina, lo que lo llevó a una espiral descendente de adicción al alcohol, pero ha regresado más fuerte.
Declaró a la revista Boxing News: "Si soy honesto conmigo mismo, estoy muy contento de que me suspendieran. Me ha convertido en quien soy, darme cuenta de que el tiempo continúa. Con o sin ti, el boxeo continúa. Me hizo retroceder 20 pasos, pero he avanzado 50 pasos”.
“En aquel momento, fue horrible. Odiaba el boxeo, odiaba a todos los que lo practicaban.
Veía cómo la gente recibía suspensiones de seis meses, cómo les ocultaban las condenas, y simplemente lo odiaba. Pero ahora, mirando atrás, me alegro de que haya sucedido”, agregó.
Liam finalmente cambió su vida tras la muerte de su hijastra Tiegan a los 20 años y está orgulloso de haber inspirado a otras personas: "Es increíble, ¿verdad? Lo había estado gritando durante años y a nadie le interesaba. Pero ahora se ha convertido en una bola de nieve y la gente se identifica.
Recibo todo tipo de mensajes de gente que me dice que ha dejado de beber o consumir drogas gracias a mi historia y que me mostrarán su progreso. Era un alcohólico, un gordito sin esperanza en la vida, y ahora lo he logrado. No como campeón mundial, pero lo he logrado".