McIlroy, quien reveló que habló con los presidentes estadounidenses Donald Trump y Barack Obama tras ganar la Chaqueta Verde, declaró: "Han sido unos días increíbles, para poder reflexionar sobre todo lo sucedido y la magnitud de todo. Creo que lo más importante para mí es cómo todo este viaje ha resonado con la gente y con las personas que me han contactado. Ha sido absolutamente increíble. No todos los días se puede cumplir una de las metas y los sueños de la vida. Simplemente he intentado disfrutar de todo lo que conlleva”.

"Hablé con dos presidentes al día siguiente, lo cual fue genial. Gente de todos los ámbitos, ya sea del deporte, el entretenimiento o la cultura, se acercó. Gente que jamás pensarías que vería golf o que sabría lo que está pasando; fue una experiencia muy, muy humilde. Creo que a veces la gente puede verse a sí misma en la lucha, y todo lo que uno intenta poner para sacar lo mejor de sí mismo en ese camino. Ver a alguien finalmente lograrlo, algo que ha estado intentando hacer durante más de una década, creo que resonó”, añadió.

McIlroy regresa a la acción en el Zurich Classic de Nueva Orleans, que comienza el jueves, y está deseando defender el título con su amigo Shane Lowry en el torneo de parejas: "Tengo muchas ganas de volver a jugar". Creo que este es el ambiente perfecto para hacerlo. Creo que parte de la razón por la que quise cumplir con mi compromiso de estar aquí es porque es un evento divertido con Shane. También sé que no todo recae sobre mí; él también tiene que hacer parte del trabajo. Quizás gran parte los próximos dos días".