La sanción, que llega después de que los servicios de comparación de precios Foundem y Kelkoo acusaran a Google de abusar de su posición dominante en el mercado, fue impuesta inicialmente en 2017 por la Comisión Europea, pero gigante tecnológico la había recurrido, por lo que fue vista por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Google dijo que estaba 'decepcionado' por la multa, que es la segunda más grande emitida por la autoridad, la primera fue de 4.3 euros, que también se les impuso.

Kelkoo calificó la sentencia como 'una victoria para la competencia justa y la elección del consumidor'.

El TJUE calificó las prácticas de Google de 'discriminatorias', y el recurso 'deber ser desestimado en su totalidad' a través de la sentencia. El tribunal también dictaminó que Google y su empresa matriz, Alphabet, deberían pagar sus propios costes y los que acumuló la Comisión Europea.

En respuesta, Google destacó cómo habían realizado los cambios pertinentes en el momento de la sentencia inicial.

La empresa dijo:

'Nuestro enfoque ha funcionado con éxito durante más de siete años, generando miles de millones de clics para más de 800 servicios de comparación de compras'.

Anne Witt, profesora de Derechos en el Augmented Law Institute de la EDHEC Business School, dijo a BBC News que se trataba de una 'sentencia importante' con repercusiones potencialmente más negativas para Google.

Añadió:

'Es una mala noticia para Google, que ha agotado sus recursos legales en este caso. Varias acciones de seguimiento de las partes perjudicadas que reclaman una compensación por las pérdidas sufridas como consecuencia de la conducta anticompetitiva de Google ya están pendientes en los tribunales nacionales'.

Esto se produce después de que los tribunales del Reino Unido dictaminaran que Google violó las normas anticompetitivas para convertirse en el líder del mercado de la publicidad online.