La ciudad de North Yorkshire en el Reino Unido es muy popular entre los turistas de todo el mundo, pero Pete Kilbane, del Ayuntamiento de York, respalda una medida para cobrar a cada persona un impuesto de 2,50 libras.
Argumentó que esto podría recaudar hasta 5 millones de libras al año basándose en sus cifras de pernoctaciones anuales de 1,7 millones.
Se dice que el ayuntamiento está en conversaciones con los miembros de la industria hotelera sobre el cargo por noche, que refleja los de otras ciudades europeas.
El impuesto generado a partir de una medida de este tipo suele apoyar la infraestructura local, además de ayudar a mantener las atracciones.
Sin embargo, Andrew Pawson, director ejecutivo en funciones de Continuum Attractions, ha argumentado que a pesar de la "rica cultura, los sitios históricos y las variadas atracciones" de la ciudad, la medida podría ser un "riesgo".
En declaraciones al periódico Daily Express, declaró: "El impuesto propuesto para visitantes tiene el potencial de generar desafíos significativos para el sector turístico. Dados los desafíos económicos actuales y las presiones sobre los bolsillos de las personas, estamos profundamente preocupados de que este auge pueda verse amenazado por la imposición de impuestos adicionales, que hacen que un día de excursión en familia sea un poco más caro y destacan a York como un lugar que erige barreras al turismo".
Insistió en que los que están en el poder no deberían tomar ninguna medida que ponga en riesgo la popularidad del Reino Unido y de York: "El turismo es un motor económico vital para la ciudad, que sustenta miles de puestos de trabajo y contribuye significativamente a la economía local.
"Cualquier reducción en el número de visitantes podría tener un efecto dominó sobre los restaurantes, las atracciones y otros negocios”.